Hemos empezado el año con mucha energía y buenos propósitos pero de forma muy triste para un cuerpo que merece que le demos continuamente las gracias por su trabajo, por velar por nuestra seguridad y por impedir que los asesinos, delincuentes, malhechores, tengan el poder de tener a la sociedad bajo su amenaza, que cada día libran de nuevos sufrimientos a todo nuestro país, poniendo en riesgo su vida para salvar la de ciudadanos anónimos. Me refiero a la Policía, que además de todas las medallas y reconocimientos que reciben sus miembros, a título póstumo, acribillados a tiros, víctimas de brutales palizas, o arrojado a las vías del tren, merecen también el respaldo de autoridades y representantes de todas las instituciones, la solidaridad y el apoyo social de toda España.

Además de que se sientan apoyados y queridos quienes se juegan la vida cada día, que creo que es lo mínimo que les debemos, el Sindicato Profesional de Policía (SPP) y la Unión federal de Policía (UFP), piden que se estudie la necesidad de los agentes que patrullan las calles de llevar las defensas extensibles que hasta ahora solo llevan algunas unidades, e incluso las pistolas táser, que en España no están permitidas, pero que habrían evitado los últimos asesinatos ya que provocan una descarga eléctrica que paraliza al agresor.

Tanto el Sindicato Unificado de Policía (SUP), como el resto de sindicatos, piden respaldo político, un abrazo, y que las banderas de todas las dependencias policiales ondeen a media asta cuando fallezca un policía en acto de servicio. Es lo mínimo.

AUTORA 

rbnNuevaIrene

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Saber que se puede

No hay tiempo para el odio porque no hay paz sin perdón. Perdono para vivir. Espero que este libro, en el que abro mi corazón, anime a la reflexión, la armonía interior y la exaltación de los valores humanos.

Si mi caminar ha servido para que otros valoren sus piernas, sus caminos y sus vidas, el dolor, las caídas y los momentos menos buenos están más que amortizados.

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